"Marangoni y Bossio: el reciclaje político para sostener "los mariscales de la derrota" en Concordia

Concordia, la ciudad más pobre del país, vuelve a ser el escenario de alianzas que reciclan fórmulas gastadas para sostener un modelo político agotado. Los protagonistas de este nuevo armado son Gustavo Marangoni, un exsciolista devenido analista político, y Diego Bossio, el exkirchnerista que encontró en el pichettismo su refugio estratégico. Ambos llegan bajo el ala de Gustavo Bordet y Enrique Cresto, buscando dar una fachada renovadora a un peronismo que sigue representando más de lo mismo.

El sciolista, el pichettista y el oportunismo político

Marangoni encarna el discurso técnico que intenta disfrazar la falta de propuestas concretas, mientras que Bossio, experto en alianzas oportunistas, representa la línea pragmática del pichettismo, siempre dispuesto a negociar con quien convenga para mantenerse vigente. Juntos son las piezas de un peronismo que insiste en mostrarse como renovador, aunque en realidad perpetúa las mismas prácticas y rostros que llevaron a Concordia a su crisis actual.

Guillermo Michel y los "condenados al poder"

En esta puesta en escena también aparece Guillermo Michel, un ignoto dirigente de Entre Ríos que ha sabido moverse en las sombras del poder real. Michel es parte de lo que Jorge Asís llama "el grupo de los condenados", personajes sin legitimidad popular ni votos, pero que manejan los hilos de las decisiones más importantes en el país. Representan un poder silencioso pero efectivo, que opera desde las estructuras judiciales, fiscales y económicas, garantizando la continuidad del sistema sin necesidad de enfrentarse al veredicto de las urnas.

Michel, desde su pasado en la Aduana, ha utilizado sus vínculos para posicionarse como un operador clave en este armado político, alineado con Bordet y Cresto para sostener un modelo que carece de soluciones reales para los problemas estructurales de Concordia.

La todoterreno Rosario Romero: garante del status quo

En la misma foto aparece también Rosario Romero, una figura todoterreno que ha logrado ser la pieza de garantía entre el Poder Judicial y el Poder Político en Entre Ríos. Su presencia refuerza la idea de un armado pensado para proteger los intereses del status quo, en lugar de abordar las urgencias reales de una ciudad que necesita mucho más que discursos vacíos.

La foto que habla por sí sola

Marangoni, Bossio, Michel y Romero, bajo el liderazgo de Bordet y Cresto, representan una estrategia que intenta mantener la fachada de un peronismo unido y fuerte, pero que en realidad perpetúa los mismos actores y prácticas que no han dado respuestas a las demandas de la sociedad. La pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades siguen siendo el único legado tangible de estas alianzas.

Concordia merece algo distinto

Concordia no necesita más reciclajes políticos ni alianzas vacías. La ciudad necesita un cambio profundo y comprometido con su gente, algo que este armado político no parece estar dispuesto a ofrecer. Por ahora, la foto de este intento de renovación es un recordatorio de que el cambio real sigue siendo una promesa lejana.

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